Vivo y presente entre nosotros

Pascua de Resurrección

Hoy, celebramos la Resurrección del Señor, la gran fiesta de la fe: el Señor está vivo y presente entre nosotros.  Durante cincuenta días, hasta Pentecostés, recordaremos esta victoria sobre la muerte y cantaremos el Aleluya, la victoria del Señor.

          Aquí empieza y termina todo: todo nace en la Pascua; todo empezó de nuevo para aquellos que «vieron y creyeron». «Con la resurrección de Jesús, está sano el corazón del mundo», ha escrito un teólogo.

          El cirio que preside nuestra celebración es imagen del Cristo resucitado, la LUZ que brilla en tanta oscuridad. La luz que necesita llevar cada uno a su vida, entre oscuridades de incertidumbre, de violencia o de mentira. La luz que se nos entregó en nuestro bautismo es memoria de este cirio.

          Celebramos la PASCUA, la victoria de la Vida sobre la muerte, de la luz sobre la oscuridad, del amor sobre el odio. El Crucificado es el resucitado. El mundo contemporáneo tiene necesidad de encontrar a Jesús crucificado y resucitado. El, mejor que nadie, puede resolver la duda y dar respuesta a tantos corazones destrozados. El nos ha enseñado el camino, el modo de salir de la muerte.

          Celebramos y recordamos la vida que se nos da a todos por la victoria de Jesús. Esta es la razón de recordar en esta noche nuestro bautismo en dos momentos: ahora al comienzo, con la aspersión del agua que se bendijo anoche; y, posteriormente, cuando juntos renovemos las promesas de nuestro bautismo.

Esta entrada fue publicada en Moniciones. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.